Páginas cargadas de sentimiento

Se crió en el barrio, estudió en el mismísimo colegio San Antonio –ahí donde el padre Lorenzo Massa forjó el sueño de aquellos Forzosos– y se contagió de la pasión azulgrana. Sebastián Giménez nació en 1979, el mismo año en que se cerró el Viejo Gasómetro, y su identidad está emparentada con San Lorenzo de Almagro. “Mi tío materno, Arturo, me llevó a la cancha en el 88, y ahí me hice hincha. Y entendí rápidamente que, a pesar de las malas, la gente del Ciclón siempre va para adelante, con enorme alegría”, cuenta. Además de ser licenciado en Trabajo Social, Giménez es un talentoso escritor, cuya última obra está vinculada al club de sus amores. “Veinte relatos cuervos; alegrías y tristezas de vivir una pasión” es un hermoso compendio de esa veintena de historias que atraviesan más de cien años. Son 95 páginas cargadas de pasión y sentimiento, que pueden leerse en su versión impresa (disponible en ambas sedes de San Lorenzo Store) o en forma online, haciendo click acá

“Escribir sobre San Lorenzo es recuperar la juventud, el hecho de ir a la cancha con la familia, los amigos... Empecé por la fundación. Y me enfoqué mucho en el sentimiento de la gente... En uno de los relatos cuento la historia de un partido que pocos deben recordar: ocurrió en 1989, en la cancha de Ferro. Llevábamos 15 encuentros seguidos sin triunfos. Y le ganamos sobre la hora a Platense. Pero lo que más me impresionó fue que la hinchada hizo una caravana hacia Avenida La Plata, a pesar de que íbamos últimos. Ahí reafirmé mi condición de Cuervo”.

Amante del fútbol de Néstor Gorosito (“en el potrero, todos queríamos ser como Pipo”) y, en esta época, de la calidad de Romagnoli y Ortigoza, Sebastián se anima a definir al hincha de San Lorenzo: “Es el tipo que se cae, se levanta, y así permanentemente; ese concepto que hoy se nombra tanto –la resiliencia– casi que lo inventó la hinchada Cuerva. Pese a los golpes que fue sufriendo en su historia, sigue orgulloso de sus colores y yendo para adelante... San Lorenzo es amor al barrio, a la camiseta... Una marca de identidad muy linda de llevar”.