La figura, el equipo

La división reserva de San Lorenzo de Almagro gritó campeón tras 16 años, luego de 28 fechas, totalizando 60 unidades producto de 18 victorias, 6 empates, 4 caídas, con 39 goles a favor y 15 en contra. A lo largo del campeonato, logró mantener una idea de juego, que lo condujo a la gloria.

En primer lugar, Robertino Insúa, autor del tanto decisivo que posibilitó la vuelta olímpica, destacó: “Estamos muy contentos. Sabíamos que de local y con nuestra gente era imposible que se nos escape. El equipo demostró mucho carácter en la recta final de un campeonato muy difícil, muy desgastante. A lo largo de todo el año intentamos mantener nuestro juego y en este último pudimos ganarlo de nuestra forma, ante un rival muy difícil”.

“Estoy muy feliz por haber convertido el gol, es el tanto que sirvió para ganar el campeonato y eso me pone muy contento. El equipo sintió la ansiedad en el primer tiempo, pero luego pudimos acomodarnos mejor en la cancha. El Pampa nos dijo que disfrutemos el partido y juguemos con el corazón. Ahora nos mentalizamos en el próximo objetivo, que es ir a la pretemporada con primera y tener la oportunidad”, agregó el volante creativo.

En tanto, el capitán y referente del equipo, Tomás Cardona, manifestó: “Fue un año muy duro, por la cabeza me pasan muchas cosas, todo el sacrificio que hicimos para lograr esto, cuando perdimos el invicto y mostramos carácter para levantarnos y seguir adelante, eso fue fundamental. Se fueron jugadores y han subido chicos, los más grandes  intentábamos transmitirles tranquilidad, si ellos están acá es por algo. La clave de este campeonato fue el funcionamiento del equipo. Por momentos la defensa, en otras ocasiones el mediocampo y la delantera. Creo  que fuimos un conjunto durante todo el año y eso nos llevó hasta acá”.

A lo que añadió: “Cuando llegó el final del torneo de primera y había chances de salir campeón en reserva en lo que menos pensaba era en irme de vacaciones, sino que la sed de gloria me llevaba a querer coronar el año acá. Ahora vamos a disfrutarlo mucho con la familia, los compañeros y descansar pensando en el año que viene. La ilusión de jugar en primera y la motivación está, uno se enfoca en lo que viene con nuevas expectativas. Confío en que puedo tener chances como titular, pero me voy a entrenar al 100% para ganarme el lugar”.

Por su parte, Daniel Ibáñez, pilar del mediocampo junto con De Ciancio, reconoció: “Fue un desahogo muy grande, una alegría inmensa poder quedarnos con un campeonato, que hace rato no pasaba en el club y esa felicidad se multiplica por el grupo que la peleó desde el principio. Desde la pretemporada mantuvimos el mismo estilo de juego, por más que cambiaran los jugadores la idea era la misma y eso nos hizo ser regulares. El grupo sabía a lo que jugaba. Acá no importa la edad, los chicos que subieron lo hicieron de la mejor manera”.

“Desde un principio nos habíamos propuesto llegar a partido final peleando el campeonato. La luchamos mucho a lo largo del año, nos tocó perder el invicto y no podíamos salir de esa situación, pero nos juntamos todos y tiramos para adelante. Todo ese esfuerzo se refleja en este título. Tuvimos un año muy bueno con todos mis compañeros, en un nivel muy alto. Soñamos con poder estar en la pretemporada y poder debutar en este club que tanto queremos”, subrayó el mediocampista.

Asimismo, su compañero de zaga, Rodrigo De Ciancio, afirmó: “Sufrimos hasta la última fecha, pero si no es así, no somos San Lorenzo. Por suerte se pudo dar  y no hay nada más lindo que poder dar la vuelta con toda nuestra gente acá en el estadio. Arrancamos con 17 partidos invicto, en un torneo corto, lo hubiéramos terminado antes. Tuvimos un bajón futbolístico, nos pudimos levantar, esperamos y hoy pudimos quedarnos con eso que tanto queríamos”.

Por otro lado, explicó: “Desde el primer día sabíamos que los chicos que estaban en primera, iban a bajar para darnos una mano, pero tenemos un plantel grande, con muchos juveniles, por lo que les iba tocar jugar a todos. El Pampa nos dijo que lo tomemos como un partido más, pero sabíamos que era una final y sabemos que no se juegan, se ganan. Ahora nos ilusionamos de cara al próximo año. Todos queremos llegar a primera, pero si no se da, seguiremos entrenando con todo y trabajando en la reserva porque tenemos que cerrar un año mejor que este”.

Por último, Bautista Merlini, uno de los grandes jugadores del equipo, le agradeció a la gente por el apoyo brindado: “El aplauso de la gente cuando salí fue hermoso, fue una mañana soñada. Cuando terminó el partido y logramos salir campeones fue muy emocionante, nunca sufrí tanto en mi vida como los últimos minutos en el banco, esperando al final del encuentro. El año fue muy complicado, nadie nos regaló nada. Todos nos quedábamos entrenando después de hora porque teníamos el mismo objetivo, el de salir campeón”.

“A lo largo de la primera mitad del año teníamos muchos jugadores de primera. Cuando perdimos el invicto fue un momento difícil, el recambio en la segunda etapa el recambio éramos nosotros mismos, por lo que demostramos que estamos para jugar. Para estos partidos no era necesario que nos digan nada, estábamos enchufados desde el comienzo. Estamos muy ilusionados para el año que viene”, finalizó el delantero.