Habían dejado el alma y lo habían logrado. Merecían esa descarga del final, a puro abrazo, a puro canto, en el campo y dedicándoselo a los casi dos mil cuervos que pudieron viajar hasta San Pablo. Después, todo continuó en la intimidad, mirándose a los ojos, disfrutando, riendo.
Pasó en el vestuario del Allianz Parque, con bailecitos y selfies incluidas. Continuó ya en la madrugada, en la cena compartida en el hotel donde el plantel se concentró en San Pablo. Ahí hubo una foto grupal, con toda la delegación, con el encargado de fútbol profesional Néstor Ortigoza y también con otro ilustre de la historia cuerva, con Paulo Silas, embajador del club en la Conmebol. ¡Estamos en octavos de final de la Libertadores otra vez y luego de cinco años! ¡Así se festeja...! ¡Así, siempre juntos y copados, todo es más fácil!
LA GALERÍA DE LOS FESTEJOS:




