San Lorenzo es un sentimiento sin límites. Por eso el equipo provoca una revolución en cada sitio que visita. Sucedió esta semana en Mendoza. Llegó el Ciclón y la provincia se agitó.
Una multitud se arrimó a la puerta del lugar de concentración, para gritar por los colores y para conseguir alguna foto de los jugadores que no dudaron en salir para firmar y posar en las clásicas selfies.
Ahí muchos deseaban estar, pero no todos pudieron. Hubo un caso especial, el de Juan Carlos Cavieres, cuervo fanático, quien se encuentra peleando contra un delicado problema de salud. Está internado en Maipú. Y ahí, en el Hospital Regional Diego Paroissien, recibió una linda noticia… Apenas le contaron la situación, Horacio Arreceygor decidió darle una sorpresa. El presidente azulgrana fue a visitarlo y le regaló una camiseta firmada por los jugadores.

Había que verle la sonrisa a Juan Carlos… Fue una sonrisa tan plena como la de ese grupo de socios que salió sorteado (una costumbre en cada salida al interior) que ya habían disfrutado un momento más íntimo con los futbolistas dentro del hotel. Así es San Lorenzo, un disparador fenomenal de sensaciones únicas.