Un clásico

Cuatro años pasaron para que San Lorenzo y Huracán volvieran a verse las caras. El escenario era un Bidegain repleto de almas cuervas, donde no entraba un alfiler. El aliento que bajó desde los 4 costados del Estadio no paró ni un minuto. Emocionante.

Los 11 afortunados en representar a los 4 millones de hinchas azulgranas fueron: Torrico; Buffarini; Cetto, Caruzzo, Mas; Mussis, Mercier, Kalisnki, Romagnoli; Blanco y Matos.

En el banco, acompañaban al Director Técnico Bauza: Leo Franco, Yepes, Ortigoza, Barrientos, Villalba, Verón y Cauteruccio.

 La ansiedad en el Estadio era enorme hasta que, finalmente, Laverni dio el pitido inicial, la caprichosa empezó a rodar y la dinámica de lo impensado se hizo presente.

Los primeros minutos fueron electrizantes, con un San Lorenzo que salió a comerse al rival y generó, por las bandas y con el comando de Pipi y Blanco, situaciones para ponerse en ventaja desde el principio.

Sin embargo, a los 15 minutos Toranzo recibió la pelota en mitad de cancha, se acomodó y sacó un gran derechazo desde media distancia que ponía, injustamente, al visitante en ventaja. 1 a 0 y a remontar la historia.

Con el apoyo incondicional de la gente, y a pesar de haber bajado un poco la intensidad, el conjunto azulgrana fue con todo a buscar el empate. Empate que llegó en los pies del “Pipi” Romagnoli. Se sacó de encima a un par rivales, entró al área, cruzó la bocha y… ¡Gooooool! Las gargantas del Estadio explotaron y festejaron el merecido empate. 1 a 1, Ciclón.

El primer tiempo se desvanecía, y la ventaja cuerva parecía que iba a llegar en el complemento. Parecía… Córner para el Ciclón, la bajó Matos y le quedó a Caruzzo que rompió el arco desde el área chica. 2 a 1, fiesta en las tribunas, tranquilidad en los jugadores y a los vestuarios.

El panorama seguía siendo favorable para San Lorenzo, ya que Huracán no lograba hacer pie y no generaba chances de gol. Con una defensa y medio campo que fueron de menor a mayor, el conjunto de Bauza logró controlar los leves intentos del equipo dirigido por Apuzzo.

A los 16 minutos del complemento, Vismara derribó a Romagnoli en el área. Laverni no dudó y penal para el Ciclón. El encargado de rematar desde los doce pasos fue Mauro Matos. El 26, de gran partido, cruzó la pelota y aseguró el resultado y el partido: 3 a 1.

De ahí en adelante el Ciclón empezó con un toqueteo a lo largo de todo el campo de juego. Toqueteo que hizo delirar a los cuervos en las tribunas. El “Ooooole…. Oooooole…” no cesaba y las palmas se ponían rojas de tanto aplaudir.

Palmas que no pararon de aplaudir a Romagnoli hasta que se sentó en el banco, reemplazado por Barrientos. Para darle orden a la mitad de cancha, Bauza mandó a Ortigoza en lugar de Mussis y agotó los cambios cuando mandó a la cancha a Verón en lugar de Blanco.

No hubo tiempo para más. 3 a 1 y gran remontada y victoria de San Lorenzo, que después de cuatro años derrotó nuevamente a Huracán. Ahora se viene el Sao Pablo, en Brasil por la Copa Libertadores.

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